Por Audomaro Ramirez
Dentro de la web 2.0, las redes sociales son una pieza fundamental. En éstas, nuestra andanza comienza cuando se lo oímos a un amigo, nos llega una invitación a nuestro correo o cuando lo leemos en algún lugar en internet. Pero claro, ¿alguien, antes de registrarse en estos servicios online, se ha parado a pensar qué son las redes sociales? Según Wikipedia, una red social es:
Una aplicación que nos permiten conectar a las personas con sus amigos e incluso realizar nuevas amistades. Además, permite a los usuarios compartir contenido, interactuar y crear comunidades sobre intereses similares.
Este tipo de servicios nos permitirá encontrar tanto a antiguos como actuales compañeros de trabajo, de la facultad e incluso del colegio. Además, mediante mensajes, vídeos o fotos podremos comunicarnos y socializar con ellos. Otra de las posibilidades es la de conocer gente en función de subredes que se crean dentro de la propia red social, en función de aficiones, lugar de trabajo o de residencia.
Una vez que sabemos para qué vale, lo siguiente que debemos conocer son condiciones de uso, las cuales son desconocidas por la gran mayoría de sus usuarios; lo que puede llevar a más de un usuario a encontrarse con problemas o con alguna sorpresa desagradable. Además, dentro de estas, existe un anexo aparte (suele ser aparte debido a su extensión) que trata concretamente la política de privacidad del servicio. En ella, se detalla lo que harán con la información de tu perfil(desde tus gustos, información personal como la dirección, centros de estudios o trabajo, etc), así como con los contenidos multimedia que agregues a la red.
Estas redes, como servicios gratuitos que son, utilizan la publicidad como medio de financiación. Esto, a priori, no nos parece un problema siempre y cuando la publicidad no sea muy intrusiva, pero el problema viene cuando utilizan nuestra información para realizar perfiles comerciales de productos o decidir qué publicidad mostrarnos y cual no. Además, redes sociales como Tuenti adquieren los derechos de los contenidos multimedia que alojan, con lo que un día podría sorprendente cuandoseas una imagen de una marca conocida en algún anuncio publicitario.
La publicidad no es el único medio de financiación de estas empresas. Mediante nuestros contenidos subidos a la red, opciones existentes como hacerse fan de o la opción de me gusta esto en Facebook, usando procesos de minería de datos obtienen perfiles comerciales de posibles consumidores, los cuales son vendidos a empresas.
Por otro lado existe una gran barrera a la hora de usar estos servicios, el concepto social que se tiene de internet. La gran mayor parte de la sociedad toma internetcomo un algo paralelo al Mundo Real™, donde no hay reglas, donde todo vale, como si de una realidad alternativa se tratase. Si bien, este concepto es aceptado por la mayoría, es súbitamente erróneo ya que no es más que un medio de comunicación que debemos emplear con sensatez, siendo conscientes de la repercusión y alcance de la información que dejamos en él.
En resumen, debemos ser prudentes a la hora de usar estos servicios online, ya que cada día que pasa pasamos a formar parte de un mundo globalizado y, debido a esto, se está sacrificando la privacidad personal a pasos agigantados. Mediante redes sociales como Facebook, Tuenti, Twitter, Hi5 nuestros amigos (y no tan amigos) saben en todo momento qué hemos hecho este fin de semana. Gracias a Google Latitude sabrán nuestra posición en un mapa en cualquier instante. Con todo esto, terminamos en una paradoja tal que mientras se socializa se deshumaniza las relaciones sociales.
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