Una de las tecnologías que más destacan y llaman la atención de todos en estos últimos años son los llamados drones, pequeños aparatos voladores no tripulados y que pueden ser controlados en forma remota. Obviamente que un dispositivo de estas características sorprendería a cualquiera que alzase su cabeza y lo viera sobrevolando la ciudad presto a la entrega de un paquete o realizando tareas de vigilancia, todo un digno espectáculo de ciencia ficción, que no es para nada ficción.
Desarrollados y puestos en servicio hace unos muy pocos años, los drones pueden ser usados en infinidad de tareas que el humano no puede o no quiere realizar, o simplemente son demasiado peligrosas como la exploración o la limpieza de residuos tóxicos, y como no podía ser de otro modo, para fines bélicos.
También son extremadamente útiles para el control de incendios forestales, la geología, la agricultura, la construcción, y el control y análisis de tráfico en las grandes ciudades, entre muchas otras tareas, ya que son muy económicos de operar, prácticamente no requieren de insumos o combustibles para su operación y no ponen en peligro las vidas de quienes lo pilotean.
Pero además el propio drone tiene un valor por lo menos 60 veces inferior a un helicóptero. En este sentido, la flexibilidad y la posibilidad de poder controlar a este ingenio a distancia manteniéndose su operador fuera de peligro, es la respuesta adecuada a este tipo de situaciones.
Por ejemplo, una implementación de los drones significativamente llamativa es la que se utilizaría en ganadería para controlar y pastorear, mediante cámaras montadas en estos drones, los rebaños y ganado en general.
Como comentábamos más arriba en este artículo, los drones son utilizados para el control, manipulación y limpieza de materiales nocivos o contaminantes. En el caso de desastres acontecidos en centrales nucleares como el ocurrido en Fukushima, Japón, y deban limpiarse los materiales radiactivos liberados al aire, los drones podrían cumplir con esta responsabilidad sin comprometer de modo alguno la vida humana. Lamentablemente para la fecha en que ocurrió el desastre en Japón, esta tecnología todavía no estaba muy desarrollada, sin embargo se han utilizado drones como el T-Hawk para tomar fotografías del estado en que se encontraban los reactores.
Comentarios
Publicar un comentario